Por: Helcias Quintana Torres ¹

_{¹ Profesor Corporación Universitaria del Meta –UNIMETA. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.}

Como una novela de Kafka nos llegó, un baldado de agua fría, nadie estaba preparado…

Un par de periódicos comenzaron a circular la noticia, luego los principales noticieros internacionales, después los nacionales y de repente estábamos encerrados en nuestras casas con 4 cajas de papel higiénico y botellitas de alcohol, fruto del delirio colombiano de acumular, aunque aun no entiendo por qué el papel.

Restringidos a nuestros monitores, estos se convirtieron en nuestra eterna compañía. Estudio, trabajo, diversión: todo en una sola cosa, el computador se convirtió en el centro de nuestro mundo.

Día 1. Hoy es el segundo día de mis clases presenciales; con mucho anhelo me atavié y preparé mi clase, pero para mi sorpresa mis estudiantes programados no llegaron, es raro estar solo en un salón sin poder ver sus rostros y seguir escuchándolos por un computador.

Día 2. Confundí el salón, pero esta vez sí llegaron mis estudiantes, qué alegría poder conocerles en persona y compartir con ellos, este es un maravilloso grupo de personas dispuestas a aprender.

Para muchos es nuevo el tema de aprender de forma remota, para otros, como en mi caso, no lo es. Desde el pregrado me he preparado de forma remota, llené guías y escuché cd que duraban horas –interminables- de clases magistrales, pasé por tutorías semanales y encuentros sincrónicos una vez al mes, pero también las clases completamente autónomas donde jamás conocí a mis docentes.

Ahora bien, la pregunta latente es: ¿es mejor estudiar de manera presencial o hacerlo con ayuda de las TIC? Después de un año y largo de enseñar con ayuda de las TIC solo puedo lograr una conclusión: no importa si es remota, virtual, presencial, por radio, por tv o como sea, la responsabilidad es del que desea aprender. Puedo verlo en mis salones todo el tiempo, personas esforzándose por aprender temas que jamás habían visto, cosas monumentalmente extrañas para ellos, preguntan una, dos, tres veces y después te escriben volviendo a preguntar, pero al final, ¡wow!, unos trabajos sorprendentes, un dominio del tema excepcional; no nos dejemos engañar de la pereza mental y de la cobarde apatía de las cosas fáciles que lo único que hace es sumirnos en la ignorancia, no podemos pretender ser profesionales en pleno siglo 21 y no tener un manejo de las TIC, desconocer qué es un archivo comprimido, hacer una hoja de cálculo en la nube… los celulares no pueden ser más inteligentes que sus compradores, capacitarse es una obligación para ser un profesional competente.

Para terminar, un “mea culpa”.
En Colombia estamos en un cambio generacional y esto ha producido que muchos docentes carezcan de la capacitación básica para el manejo de las TIC en la enseñanza, su educación fue tradicional y así lo es su práctica docente; sin embargo, esto no puede ser una excusa para desconocer las necesidades actuales de la educación y privarnos de dar lo mejor de nosotros a nuestros estudiantes.